Cuando los metros útiles no son generosos, resulta vital pensar y cuidar las superficies de uso.
Os ponemos en situación: disponemos de 2 viviendas contiguas, un apartamento de 1 dormitorio y 1 piso de 2. La idea era unir estas 2 viviendas en una para crear el hogar de una familia de 5 miembros.

Teniendo como base las dos antiguas viviendas separadas, ubicamos en la parte del antiguo apartamento una zona social con asientos, pequeño escritorio y la cocina con una gran mesa central pensada para disfrutarla con familia y amigos en innumerables ocasiones.

Situamos la cocina en la zona más luminosa de la casa, con un diseño limpio en el que la gran mesa central diseñada exclusivamente para esta ocasión y realizada en nogal siguiendo la forma original del árbol, adquiere todo el protagonismo. Es una pieza única pensada para conectar con la familia que además conecta los diferentes ambientes de una manera armónica.

Además, creamos en el antiguo apartamento, un baño de cortesía con un lavabo de sobrencimera en unos tableros de nogal.

Al adentrarnos en el antiguo piso de dos dormitorios, ahora encontramos la zona de descanso de esta nueva casa familiar. Consta de 4 dormitorios, y dos baños. Con la intención de aportar luminosidad, los dormitorios de los niños se sitúan en la fachada principal y el baño secundario está realizado en caliza de gran formato con una encimera en bloque compacto donde el lavabo simula la erosión del agua.

El dormitorio principal está ubicado en un patio interior íntimo y tranquilo. Para conseguir la privacidad deseada para este espacio, decidimos ubicar el vestidor como transición entre el dormitorio y el baño principal. Para dotarlo de personalidad, elegimos un color laca con carisma y utilizamos unas puertas acristaladas que esconde parcialmente la zona interior.

Buscamos una buena organización y distribución de todos los elementos, por lo que diseñamos una cómoda de gran capacidad. La cercanía del baño principal al dormitorio le aporta comodidad, el diseño único con piedra natural griega le aporta carácter y el corte al libro de gran formato le aporta autenticidad.

Como siempre que tenemos la oportunidad, restauramos parte del mobiliario perteneciente a la familia o piezas de anticuarios para conseguir espacios únicos. Los materiales empleados son de origen natural, como la madera o los mármoles; el color predominante es el blanco en paredes, armarios y hojas de puertas para aportar luminosidad y sensación de amplitud, los cercos consiguen continuidad con la tarima de roble.

El toque final, la iluminación. Se ha proyectado cuidadosamente con el fin de crear ambientes cálidos e íntimos.